sábado, 6 de abril de 2013

La escritura y la dimensión de lo virtual



Lo virtual tiene la realidad de una tarea por cumplir, un problema por resolver, de suerte que las cualidades y especies  no se asemejan a las relaciones diferenciales que en cada caso encarnan (Deleuze 1988).

Seguramente que la escritura virtual puede “reproducir” la  palabra hablada, sino que también permite la producción  y reproducción de sonidos y, por tanto, la reproducción de la propia voz, pero es absolutamente limitante de la presencia e inmediatez del propio hablante.
Lo cual obliga, desde luego,  a reflexionar acerca del lugar de esta escritura digital en la historia de la escritura, en la que hasta hace poco se decía que la escritura alfabético-fonética, frente a escrituras ideográficas  o jeroglíficas, suponía el telos de toda escritura en la medida en que era en este tipo de escritura donde la escritura misma tendía a desparecer en virtud de una representación fiel  y casi transparente de la voz hablada misma.
La infinitud del hipertexto, la infinitud de hipervínculo, quizás no suponga sino una huída infinita de la única experiencia de la que quizás puede surgir una lectura profunda y rigurosa de un texto, a saber: la experiencia de chocar una y otra vez ante esa estructura total y cerrada de significantes, hasta llegar a comprender que para leer ciertos textos quizás lo primero es cuestionar un trasfondo de evidencias y certezas incuestionadas que uno trae consigo y desde el que la comprensión del texto sólo puede fracasar
Qué lugar ocupa aquí entonces una escritura que mediante la combinación de 0s y 1s no sólo consigue reproducir la voz y el tono del  hablante, sino también una imagen codificada de manera binaria. ¿Podrán los desarrollos tecnológicos, también codificar nuestro olor y nuestro sabor?

1 comentario:

  1. Cuando hablamos de imaginarios sociales no podemos dejar de pensar en Michel Foucault, y en su libro "las palabras y las cosas" alli sostiene que “ los esquemas construidos socialmente, nos permiten percibir, explicar e intervenir en lo que cada sistema social, considere como "realidad”. Como la realidad se construye socialmente mediante diferentes esquemas y dispositivos y como cada sociedad concidera relevantes sus correspondientes significaciones imaginarias, ellas son el lado visible de la realidad, y al mismo tiempo sus condiciones de posibilidad, de ahí que el discurso a juicio de Foucault no pueda liberarse de la historia de los juegos de verdad, que han sido instituidos, de los regimenes discursivos que establecen lo que es verdadero y lo que es falso.
    Ahora bien si pudieramos establecer una comparacion o mejor dicho un paralelismo entre lo que se ve y lo que se oculta, lo que dice y lo que se calla, nos vamos a encontrar con que la imágen ha sido el "crisol " para construir el conocimiento en Occidente, que es igualmente el régimen de la dicotomía y de la trascendencia, o sea el régimen de las disciplinas, como lado visible de la distinción que construye la verdad, la instituye y la legitima para esa sociedad. No creo que en el encuentro con cualquier texto se fracase, quizás ese encuentro genere diferentes aprendizajes en virtud de los supuestos de partida, diferentes y totalmente subjetivos.
    Jugamos con imaginarios que nos atraviesan, nos influyen y nos condicionan, somos sujetos sujetados entre sistemas binarios de interno-externo, visible-invisible, verdad-mentira, como un recorte de la realidad constante, siempre lo que queda por fuera sera mayor. En el caso de la comunicación virtual lo que queda afuera definitivamente es el cuerpo... En el cuerpo existe un amplio espacio para la emoción, el placer y el deseo, para lo inefable y dionisiaco que ninguna lógica categorial puede abarcar. Pero el sujeto por represión, por miedo al dolor o por verguenza a mostrar las emociones,quizas, encontró un medio mas placentero y menos culpógeno para la comunicación con el otro, un medio histérico que responde a la misma lógica disciplinar y dicotómica, que reproduce a escala nuesta forma de conocer...

    ...Magda recorta palabras de los diarios, palabras de todos los tamaños, y las guarda en cajas. En caja roja guarda las palabras furiosas. En caja verde, las palabras amantes. En caja azul, las neutrales. En caja amarilla, las tristes. Y en caja transparente guarda las palabras que tienen magia... Eduardo Galeano

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